lunes, 31 de agosto de 2009
Naturaleza
El objetivo sigue siendo el mismo. Recorro en tu búsqueda. Pero no entiendo como cada vez me meto más en el microcentro, si lo que ansío encontrar es aunque sea un tímido intento de naturaleza y paz. Mientras avanzo las calles se llenan de mas colectivos, las veredas rebalsan personas y los edificios casi no dejan ver el sol. Hasta que llega un declive a todo eso, y es poca la distancia que me separa de ese sucio río, su paz y su viento.
sábado, 29 de agosto de 2009
Comprendiendote
No soy de disfrutar la soledad, y mucho menos buscarla, por lo general la evito. Aunque últimamente lo siento de otra manera, lo veo más llevadero, y contradiciéndome un poco, estoy llegando a buscarla. El tiempo pasa y de manera inevitable no tengo más temas de distracción, paseo hasta ponerme la mente en blanco. Entonces me puedo plantear bien las cosas, sacar una conclusión y disfrutar. Desde ya que no te voy a mentir, alguna que otra lágrima se me escapa, pero no la dejo recorrer mucho, solo lo suficiente como para entenderla. Creo que estoy llegando a disfrutar esto de plantearme las cosas, escucharme y entenderme.
viernes, 28 de agosto de 2009
Hasta la cabeza
Como se lleva la vida, siempre hasta las manos de un lado a otro a las corridas. Y como si fuera poco la cabeza no para. Suerte la de uno que se puede dar una escapada y sentir el viento. Bajar un toque las revoluciones, y por un rato no pensar más. Solamente estar atento al color de las luces y de no moverse con inconciencia. Igual eso de no pensar es solo un decir, porque hay que estar atento, con el no pensar me refiero a alejarte de mi cabeza por un rato. No es porque no me guste, es solamente que me tiene a los saltos, porque ya a esta altura no se que creer. Pero bueno, la desconexión ayuda por un rato, pasa que tampoco quiero dejar de pensarte.
domingo, 23 de agosto de 2009
los que no estan
Abrir los ojos y mirar
Busque cosas de mi agrado
Algunas siempre más que otras
Sentido inapelable
Tangible y colorido
Más no puedo entender
Como esas cosas que no disgustan
Pueden doler
No el dolor físico
Cortes, golpes, nada de eso
Aun así, me gusta verte
Intentar cegarme
Y pensar que estas con migo
Fuera de esa cárcel
Busque cosas de mi agrado
Algunas siempre más que otras
Sentido inapelable
Tangible y colorido
Más no puedo entender
Como esas cosas que no disgustan
Pueden doler
No el dolor físico
Cortes, golpes, nada de eso
Aun así, me gusta verte
Intentar cegarme
Y pensar que estas con migo
Fuera de esa cárcel
robo
No estaba seguro
De si era el momento adecuado
Aunque nada importo
El lugar fue lo de menos
Pero no estaba seguro
Nos robamos igual
Realmente, la culpa no fue de nadie
Y no se si alguno salió herido
O si yo no entendí nada
Sigo sin estar seguro
Hasta ahora fue el último de nuestros robos
De si era el momento adecuado
Aunque nada importo
El lugar fue lo de menos
Pero no estaba seguro
Nos robamos igual
Realmente, la culpa no fue de nadie
Y no se si alguno salió herido
O si yo no entendí nada
Sigo sin estar seguro
Hasta ahora fue el último de nuestros robos
sábado, 15 de agosto de 2009
El día Índigo
Una alegre y suave canción sonó en el radio despertador junto a la cama. Adam Fix emergió de ella de manera casi sistemática y preparó el desayuno para dos. Al parecer, Clari Share aun ignoraba el despertador. Su cuerpo apenas tapado por las finas y transparentes sabanas era delicado y sutil, y su rostro casi pálido, salvo por un suave rosado en sus mejillas. Adam la miró mientras esperaba que el agua se calentara. Entonces pensó ¿Quién fue? ¿Qué pasó? La pava comenzó a silbar.
Durante el desayuno no emitió palabra alguna, continuaba escuchando la radio y Clari continuaba tendida en la cama, inmóvil, salvo por su pecho que se inflaba y contraía armónica y pacíficamente con su respirar. Daba un gran sorbo e intentaba mentalizarse para llevar el día de la mejor manera. Otras preguntas aparecieron, pero el intentó focalizarse, hoy tendría una importante reunión en la que defendería su proyecto.
Besó a Clari, que comenzaba a despertarse y le avisó que el desayuno ya estaba listo. Subió hasta la terraza y entró a su coche volador. Indicó la dirección del ayuntamiento. Pudo repasar su discurso. Había realizado un proyecto para poblar zonas de la tierra que se encontraban devastados por la guerra. Este implicaba realizar una limpieza intensiva para eliminar todos los residuos radioactivos para luego hacer que sea un gran espacio verde, solo entonces después de 10 años sería posible repoblar, pero era la única solución que no ponían en riesgo a las personas que allí vivieran.
Adam entró en la gran sala. Había una larga mesa con altas sillas a ambos lados. Algunas estaban aún vacías, otras llevaban telecomunicadotes y otras, para el agrado de el, tenían personas reales. Adam era un hombre sumamente humilde que sabía disfrutar de la compañía humana, y gozaba de ese contacto, del poder mirar a una persona a los ojos sin una pantalla de por medio. Le pidieron que se siente en la cabecera.
Clari ya estaba terminando su desayuno y se disponía a vestirse para salir. Miró una nota que Adam le dejó que decía “Amor, deséame la mejor de las suertes, hoy tengo que defender mi proyecto en el ayuntamiento”. Ella sabía cuanto se había esforzado en el, todos esos años de estudio, de errores, de aprendizajes, noches enteras sin dormir, gustos y disgustos. En algún punto, ella detestaba ese plan que el había realizado, porque Adam había gastado infinitas horas en ello, y en ocasiones cuando no podía solucionar algunos problemas eso lo ponía de un terrible humor. Clari tomó las llaves y salio en su coche.
Estaba siendo bombardeado por preguntas, quejas y opiniones contrarias. Adam se sentía mas nervioso de lo que el pensaba lo estaría. Algunas de las objeciones estaban fuera de lo que el había practicado, fuera de cómo había organizado todo. Televisores y personas frías y duras lo atacaban. Argumentos terribles, conservadores, acusándolo de progresista, de atacar al sistema que el estado tenía adoptado. Adam no había previsto nada de esto y como si fuera poco, preguntas internas lo tenían ocupado también. Pidió un receso de 15 minutos para responder de la mejor manera las preguntas. Se dirigió a una sala vecina y comenzó a escribir nerviosamente las posibles respuestas.
Todo volvió a repetirse, palabras punzantes e hirientes golpearon nuevamente a Adam que finalmente se dio por vencido. Tomó sus presentaciones holográficas, papeles y proyecciones y se retiró saludado por todos quienes hacía un momento estaban atacándolo ferozmente. No podía comprender como pudo haber sucedido. Jamás le había dolido tanto una mirada como esas hirientes y violentas que acababa de presenciar. Desarmado e intentando contener las lágrimas, subió a su coche y se dispuso el volver.
Se dejo caer, completamente desplomado en la cama y estalló en llanto. Al rato Clari entró y dejó algunas bolsas en la cocina, escuchó entonces a Adam y supo que había pasado. Entró suavemente a la recamara y lo halló boca abajo con la cabeza contra la almohada. Esa imagen la puso realmente triste, ella mas allá de que no le agradase su proyecto, o mas bien, lo que el generaba en Adam, como esta horrible tristeza y desilusión, quería lo mejor para el. Se posó a su lado y lo acarició suavemente con la punta de sus dedos. Adam se incorporó y quedó sentado en la cama. Su nariz y sus mejillas estaban enrojecidas, como sus húmedos ojos. Se miraron, Adam hizo un gesto parecido al puchero de un niño, Clari respondió con el mismo y continuó con una sonrisa y un fuerte abrazo al que el respondió intentando contener las lágrimas.
Pudo comprenderlo todo, pudo responder todas sus preguntas, pudo darse cuenta de que esa conexión humana, ese mirar a los ojos, ese contacto del que tanto gozaba, era caprichoso. Ese contacto lo había tenido hacia pocas horas con esas crueles personas y era evidente que no era lo mismo. Ese mirar estaba lleno de violencia incomprendida, injustificada, más aún frente a los planes que el había presentado, reparadores y con el objetivo de ayudar a todos, como las flores que alegran a un jardín completo. El mirar de Clari estaba lleno de sentimientos, y a el eso lo llenaba de verdadero placer.
Alivio fue lo que lo invadió. Comprendió la unión que existía entre ellos y la importancia que verdaderamente tenía. Secó sus lágrimas y le dijo que si quería podía contarle que había pasado en el ayuntamiento. El solo la miro y asintió con la cabeza, sin dejar de mirarla a los ojos, con un aire completamente renovado. La tomó con ambas manos suavemente del rostro y la besó. Sus labios estaban húmedos por las lágrimas, pero sintió ese beso más dulce, suave, delicado y hermoso que ninguno antes.
Pudo comprender lo que era para el, verdadero amor. Pudo comprender quien fue y más correctamente quien es, pilar de su vida. Que las cosas que habían pasado habían moldeado todo, y podían dejar miedos e incertidumbres, pero que cada día se demostraba que lo pasado era eso nada más, algo que ya pasó, y que eso que pasó no tenía porque quitarle la posibilidad a lo que está por venir. Pudo comprender que nadie da lo que no tiene.
Durante el desayuno no emitió palabra alguna, continuaba escuchando la radio y Clari continuaba tendida en la cama, inmóvil, salvo por su pecho que se inflaba y contraía armónica y pacíficamente con su respirar. Daba un gran sorbo e intentaba mentalizarse para llevar el día de la mejor manera. Otras preguntas aparecieron, pero el intentó focalizarse, hoy tendría una importante reunión en la que defendería su proyecto.
Besó a Clari, que comenzaba a despertarse y le avisó que el desayuno ya estaba listo. Subió hasta la terraza y entró a su coche volador. Indicó la dirección del ayuntamiento. Pudo repasar su discurso. Había realizado un proyecto para poblar zonas de la tierra que se encontraban devastados por la guerra. Este implicaba realizar una limpieza intensiva para eliminar todos los residuos radioactivos para luego hacer que sea un gran espacio verde, solo entonces después de 10 años sería posible repoblar, pero era la única solución que no ponían en riesgo a las personas que allí vivieran.
Adam entró en la gran sala. Había una larga mesa con altas sillas a ambos lados. Algunas estaban aún vacías, otras llevaban telecomunicadotes y otras, para el agrado de el, tenían personas reales. Adam era un hombre sumamente humilde que sabía disfrutar de la compañía humana, y gozaba de ese contacto, del poder mirar a una persona a los ojos sin una pantalla de por medio. Le pidieron que se siente en la cabecera.
Clari ya estaba terminando su desayuno y se disponía a vestirse para salir. Miró una nota que Adam le dejó que decía “Amor, deséame la mejor de las suertes, hoy tengo que defender mi proyecto en el ayuntamiento”. Ella sabía cuanto se había esforzado en el, todos esos años de estudio, de errores, de aprendizajes, noches enteras sin dormir, gustos y disgustos. En algún punto, ella detestaba ese plan que el había realizado, porque Adam había gastado infinitas horas en ello, y en ocasiones cuando no podía solucionar algunos problemas eso lo ponía de un terrible humor. Clari tomó las llaves y salio en su coche.
Estaba siendo bombardeado por preguntas, quejas y opiniones contrarias. Adam se sentía mas nervioso de lo que el pensaba lo estaría. Algunas de las objeciones estaban fuera de lo que el había practicado, fuera de cómo había organizado todo. Televisores y personas frías y duras lo atacaban. Argumentos terribles, conservadores, acusándolo de progresista, de atacar al sistema que el estado tenía adoptado. Adam no había previsto nada de esto y como si fuera poco, preguntas internas lo tenían ocupado también. Pidió un receso de 15 minutos para responder de la mejor manera las preguntas. Se dirigió a una sala vecina y comenzó a escribir nerviosamente las posibles respuestas.
Todo volvió a repetirse, palabras punzantes e hirientes golpearon nuevamente a Adam que finalmente se dio por vencido. Tomó sus presentaciones holográficas, papeles y proyecciones y se retiró saludado por todos quienes hacía un momento estaban atacándolo ferozmente. No podía comprender como pudo haber sucedido. Jamás le había dolido tanto una mirada como esas hirientes y violentas que acababa de presenciar. Desarmado e intentando contener las lágrimas, subió a su coche y se dispuso el volver.
Se dejo caer, completamente desplomado en la cama y estalló en llanto. Al rato Clari entró y dejó algunas bolsas en la cocina, escuchó entonces a Adam y supo que había pasado. Entró suavemente a la recamara y lo halló boca abajo con la cabeza contra la almohada. Esa imagen la puso realmente triste, ella mas allá de que no le agradase su proyecto, o mas bien, lo que el generaba en Adam, como esta horrible tristeza y desilusión, quería lo mejor para el. Se posó a su lado y lo acarició suavemente con la punta de sus dedos. Adam se incorporó y quedó sentado en la cama. Su nariz y sus mejillas estaban enrojecidas, como sus húmedos ojos. Se miraron, Adam hizo un gesto parecido al puchero de un niño, Clari respondió con el mismo y continuó con una sonrisa y un fuerte abrazo al que el respondió intentando contener las lágrimas.
Pudo comprenderlo todo, pudo responder todas sus preguntas, pudo darse cuenta de que esa conexión humana, ese mirar a los ojos, ese contacto del que tanto gozaba, era caprichoso. Ese contacto lo había tenido hacia pocas horas con esas crueles personas y era evidente que no era lo mismo. Ese mirar estaba lleno de violencia incomprendida, injustificada, más aún frente a los planes que el había presentado, reparadores y con el objetivo de ayudar a todos, como las flores que alegran a un jardín completo. El mirar de Clari estaba lleno de sentimientos, y a el eso lo llenaba de verdadero placer.
Alivio fue lo que lo invadió. Comprendió la unión que existía entre ellos y la importancia que verdaderamente tenía. Secó sus lágrimas y le dijo que si quería podía contarle que había pasado en el ayuntamiento. El solo la miro y asintió con la cabeza, sin dejar de mirarla a los ojos, con un aire completamente renovado. La tomó con ambas manos suavemente del rostro y la besó. Sus labios estaban húmedos por las lágrimas, pero sintió ese beso más dulce, suave, delicado y hermoso que ninguno antes.
Pudo comprender lo que era para el, verdadero amor. Pudo comprender quien fue y más correctamente quien es, pilar de su vida. Que las cosas que habían pasado habían moldeado todo, y podían dejar miedos e incertidumbres, pero que cada día se demostraba que lo pasado era eso nada más, algo que ya pasó, y que eso que pasó no tenía porque quitarle la posibilidad a lo que está por venir. Pudo comprender que nadie da lo que no tiene.
viernes, 14 de agosto de 2009
Universal
Destellos y explosiones
Alegría e ilusiones
Infinito y maravilloso
Vacío que llena
Increíble y profundo
Misterioso y luminoso
Universo de posibilidades
Ambiguo e incierto
Dudoso y llamativo
Base motivaciónal
Anterior incluso al tiempo
Fascinante y atractivo
Por muchos evitado
Llenos de recelo
Con mucho miedo
Por dejar entrar ese fuego
Indomable y lejano
Alegría e ilusiones
Infinito y maravilloso
Vacío que llena
Increíble y profundo
Misterioso y luminoso
Universo de posibilidades
Ambiguo e incierto
Dudoso y llamativo
Base motivaciónal
Anterior incluso al tiempo
Fascinante y atractivo
Por muchos evitado
Llenos de recelo
Con mucho miedo
Por dejar entrar ese fuego
Indomable y lejano
lunes, 10 de agosto de 2009
Hacer un sin sentido
Hacer un sin sentido
Comer, bailar, matar
Buscar algo en las cosas
Saltar, chocar, sangrar
Entender las acciones
Pecar, romper, cantar
Obrar para obtener reacciones
Dormir, reír, explotar
Buscar inspiraciones
Rozar, mirar, pensar
Encontrar un motivo para seguir
Confesar, actuar, hablar
Intentar no enloquecer
Golpear, correr, escapar
En un mundo enloquecido
Punzar, extirpar, alienar
Entender la vida día a día
Meditar, llorar, odiar
O por lo menos intentando
Querer, escuchar, perdonar
Buscando la razón
Atacar, amar, herir
Para despertarme con el sol.
Comer, bailar, matar
Buscar algo en las cosas
Saltar, chocar, sangrar
Entender las acciones
Pecar, romper, cantar
Obrar para obtener reacciones
Dormir, reír, explotar
Buscar inspiraciones
Rozar, mirar, pensar
Encontrar un motivo para seguir
Confesar, actuar, hablar
Intentar no enloquecer
Golpear, correr, escapar
En un mundo enloquecido
Punzar, extirpar, alienar
Entender la vida día a día
Meditar, llorar, odiar
O por lo menos intentando
Querer, escuchar, perdonar
Buscando la razón
Atacar, amar, herir
Para despertarme con el sol.
domingo, 9 de agosto de 2009
pintó hacer un soneto
tire la métrica por la ventana
Toda mi vida he esperado,
Cuando en un momento apareció,
Mirarte a los ojos me chocó,
Estos me han alertado.
Toda mi vida he aguardado,
Ese dulce fuego que me alimente,
Deseo que llevaba guardado en mi mente,
La idea de besarte me ha alucinado.
Decirte cada día que eres hermosa,
Sentir tu risa, relámpagos de placer,
Tu fuego, me quemo de manera sigilosa.
Llama inmortal en mi vida trasciende,
No temo quemarme, es parte del juego,
Si necesitas hacerlo, a mi no me ofende.
tire la métrica por la ventana
Toda mi vida he esperado,
Cuando en un momento apareció,
Mirarte a los ojos me chocó,
Estos me han alertado.
Toda mi vida he aguardado,
Ese dulce fuego que me alimente,
Deseo que llevaba guardado en mi mente,
La idea de besarte me ha alucinado.
Decirte cada día que eres hermosa,
Sentir tu risa, relámpagos de placer,
Tu fuego, me quemo de manera sigilosa.
Llama inmortal en mi vida trasciende,
No temo quemarme, es parte del juego,
Si necesitas hacerlo, a mi no me ofende.
Esa fachada que tenes
ya va a caer
va a golpear fuerte contra el suelo
rodando, desarmándose en pedazos
frágiles como siempre fueron
mientras supiste mantenerlos
y disimular tu debilidad.
Pero ya no hay mas
se te escapó todo de las manos
nada te va a ayudar.
Vos solo te metiste en esto
lo tenías todo, y no supiste perdonar,
no pudiste valorar, ni se te ocurrió escuchar.
No llegas a nada llorando sobre lo perdido
ni abatiendo con furia sobre ello.
ya va a caer
va a golpear fuerte contra el suelo
rodando, desarmándose en pedazos
frágiles como siempre fueron
mientras supiste mantenerlos
y disimular tu debilidad.
Pero ya no hay mas
se te escapó todo de las manos
nada te va a ayudar.
Vos solo te metiste en esto
lo tenías todo, y no supiste perdonar,
no pudiste valorar, ni se te ocurrió escuchar.
No llegas a nada llorando sobre lo perdido
ni abatiendo con furia sobre ello.
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